El color de los dientes, como ya se habló en el post “El color de nuestros dientes”, es blanco-amarillento y depende, principalmente, del color de la dentina (amarillo-anaranjado) y del grosor del esmalte, aunque también pueden influir otros factores como la genética o la edad. Además, puede verse alterado por la aparición de tinciones, que a su vez pueden ser intrínsecas o extrínsecas.

Las tinciones intrínsecas son aquellas que se producen en el interior del tejido dentario y pueden producirse durante la etapa de formación del diente (por ejemplo, fluorosis o uso de fármacos como las tetraciclinas) o tras su erupción (cambios de color por caries, traumatismos, etc.). Para su eliminación, debemos acudir a la clínica ya que se deben realizar tratamientos restauradores.

Por su parte, las tinciones extrínsecas son sustancias que se depositan sobre el esmalte y se adhieren a él, formando las manchas que pueden alterar el color del esmalte. La mayoría de estas manchas tienen su origen en la alimentación y en el tabaco, si bien también pueden ser causadas por los colorantes de algunos productos y por determinadas bacterias. Son manchas reversibles y se pueden eliminar mediante tratamiento profesional tanto en clínica como en casa y/o mediante productos cosméticos de uso personal (pastas dentífricas y colutorios).

Las pastas dentífricas y colutorios blanqueadores se formulan especialmente para eliminar las manchas superficiales del esmalte. Es importante que estas pastas no sean abrasivas, ya que en este caso, pueden provocar daños en el esmalte que favorecen la aparición de otros problemas dentales.

Existen diferentes ingredientes que se incorporan a las formulaciones de las pastas dentífricas y colutorios con el objetivo de obtener una acción blanqueadora:

• Los sistemas de fosfatos ayudan a prevenir la formación y deposición del cálculo (placa bacteriana cristalizada), comúnmente llamado sarro. El sarro se deposita sobre nuestros dientes y es una de las causas del cambio de color de los dientes, y no se puede eliminar con un cepillo y pasta dentífrica convencionales, solo puede ser eliminado en clínica dental.

• El bicarbonato sódico elimina las manchas de la superficie del esmalte también ejerciendo un efecto abrasivo leve, además de ejercer una ligera acción antimicrobiana. Es un compuesto que se encuentra en desuso.

• Los peróxidos (peróxido de carbamida y peróxido de hidrógeno) logran reducir el tono lumínico del esmalte. Su mecanismo consiste en destruir los enlaces de las sustancias que provocan el cambio de color (cromóforos), enmascarando así la presencia de estas manchas. Debido su alto índice de abrasividad y a la producción de radicales libres por su mecanismo de acción, en Europa solo está autorizado su uso en concentraciones inferiores al 0,1% para el peróxido de hidrógeno y 0,3% para el peróxido de carbamida en productos cosméticos de uso personal, por encima de esta concentración se consideran de uso profesional.

• La papaína actúa hidrolizando las sustancias que producen las manchas, impidiendo así su adsorción al esmalte dental.

• La polivinilpirrolidona (PVP) se encarga de inactivar las sustancias que producen las manchas, las elimina mediante enlaces por puentes de hidrógeno y evita su deposición. Además, se asocia con los fosfatos para aumentar la eficacia blanqueadora.

• La perlita realiza una leve acción de pulido sobre el esmalte, y proporciona una superficie que refleja la luz obteniendo un efecto brillante.

• Sistemas más abrasivos, como la piedra pómez, la alumina o la sílica (sílice precipitada), tienen como función pulir la superficie de los dientes, obteniendo una superficie lisa. No se aconsejan en productos de uso diario.

• Las nanopartículas de hidroxiapatita, gracias a su tamaño, se integran en el esmalte y reparan las irregularidades de su capa más externa, obteniendo una superficie regular, lisa y devolviéndole su brillo original, dando la sensación de unos dientes más blancos.

Las pastas dentífricas y colutorios blanqueadores pueden pulir el esmalte, eliminar y prevenir la formación de manchas, y, por tanto, ayudar a recuperar el blanco original de los dientes. Sin embargo, si se quiere adquirir tonos más blancos que los propios, debe realizarse mediante tratamiento en clínica. Los productos de blanqueamiento ambulatorio sobre todo estarán indicados para el mantenimiento del blanqueamiento realizado en clínica y para prevenir y eliminar las manchas más superficiales.

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